HISTORIA

 

El 23 de febrero de 1969, por Decreto del Arzobispo de Zaragoza D. Pedro Cantero Cuadrado, se erige canónicamente la Parroquia de Santa Ana, con la finalidad de dar servicio a los vecinos que comienzan a residir en los bloques de viviendas de Balsas de Ebro Viejo, un nuevo barrio que se está construyendo en ese momento en los terrenos de la Cooperativa Sindical de la Vivienda de Zaragoza, situados en la margen izquierda de la ciudad, junto al Arrabal.

Al frente de la nueva parroquia son nombrados los sacerdotes D. Vidal Francés Cameo, como párroco, y D. Severino Gil Sanz, como coadjutor. La apertura de los libros parroquiales se decreta con fecha 7 de noviembre de 1969, siendo Vicario General de la Archidiócesis D. José Luis Irizar Artiach.

En un primer momento, la Parroquia se instala con carácter provisional en un modesto local comercial situado en el número 2 de la calle Valle de Broto, donde a lo largo de una década desarrollará su labor pastoral y participará activamente la comunidad cristiana de la zona.

Son años políticamente muy delicados y marcados por grandes cambios a nivel social y cultural, a los que se unen las reivindicaciones vecinales por problemas de distinta índole y la carencia de servicios públicos que sufre el barrio. En este contexto, la actividad parroquial se centra en comunidades de base, grupos pequeños cuyos integrantes se conocen, comparten su vida, celebran su fe, se ayudan mutuamente y viven su compromiso.

En agosto de 1979, ante la imperiosa necesidad de un mejor espacio físico para la Parroquia, y tras  muchas dificultades, diferencias de criterio y rectificaciones, se inician las obras de construcción, en la misma calle, frente al emplazamiento original, de un nuevo y espacioso templo parroquial, que incorporará varias salas y despachos para catequesis, cursos, encuentros y reuniones. El terreno sobre el que se alzará es un solar de 2901,83 m² que la Cooperativa Sindical había donado al Arzobispado de Zaragoza el 8 de febrero de 1971 mediante escritura pública.

La nueva iglesia parroquial de Santa Ana es inaugurada el 29 de junio de 1980 por el Arzobispo de Zaragoza D. Elías Yanes Álvarez, quien la bendice y consagra. El edificio, de líneas rectas y angulares y de ladrillo caravista tanto en su exterior como en su interior, se sitúa en su ubicación actual del número 5, donde la Parroquia continúa hoy desarrollando su actividad.

A partir de finales de los años noventa y comienzos del nuevo siglo, con la construcción en las proximidades de nuevas zonas residenciales, especialmente en el entorno de la antigua Azucarera del Arrabal, la población de la zona experimenta un notable crecimiento, lo que conlleva la extensión del ámbito territorial de actuación de la Parroquia.

En este tiempo las instalaciones parroquiales se amplían con la construcción de un nuevo edificio anexo al templo, con dos zonas diferenciadas: una, con amplios salones y dependencias para distintos servicios de la Parroquia, y otra destinada a la vivienda del párroco.

Tras más de medio siglo de historia compartida y de historias personales, la comunidad de creyentes del barrio celebra todos los años el aniversario de la Parroquia, con el orgullo de su pertenencia a la misma, el recuerdo de lo vivido y la esperanza en el futuro, sin olvidar a aquellas personas pioneras que, unidas por un mismo objetivo, trabajaron duro para conseguir sacar adelante este gran proyecto que es la Parroquia de Santa Ana. Un agradecimiento para todas y cada una de ellas.

 

Relación de párrocos que han ejercido su labor pastoral en la Parroquia de Santa Ana:

- D. Vidal Francés Cameo (1969-1971)

- D. Jesús Gil García (1971-1975)

- D. Joaquín Alcalá Gracia (1975-1987)

- D. Miguel Antonio Flecha Barrabés (1987-1988)

- D. José María Sanz Pamplona (1988-2020)

- D. Shibu Joseph (desde 2020)